tóxicos no
Llevo
días pensando cómo escribir éste post. Es un tema complicado que tiene mucha
tela que cortar.
Hace
un tiempo decidí quejarme menos, y hasta mi magento lo ha notado. Es una
decisión fácil de tomar, pero difícil de cumplir.
Yo,
que soy quejica por naturaleza, he tenido que aprender a coger consciencia de
mi misma y de las situaciones que a mí me atañen.
[Con
el tema del autónomo me enciendo, de eso no voy a parar de quejarme y con la
gente que no usa los intermitentes del coche también]
He
aprendido a quejarme menos y a saber esperar, y preferiblemente a un ritmo
pausado. Sin ansias.
Nadie
somos perfectos.
Ni
quiero ser perfecta.
Me gustan mis imperfecciones, mi cabezonería,
mis arrebatos y mi mala leche [por que la tengo, aunque cada vez la uso
menos].
Si tú
te crees perfecto/a y alardeas de ello, siento decirte que ya tienes una
imperfección. Yo tengo muchas, repito.
He
decidido apartar todo lo tóxico de mi vida, y si no he podido apartarlo, lo he
echado a patadas. No me interesa. No quiero negatividad, ni penas ni malas uvas
(¡ojito si hay!).
Empezamos
por mejorar nuestra dieta, por comer mucha más verdura y pescado y olvidarnos
de las carnes rojas. Que comer, comemos, pero con menor frecuencia.
Hemos
añadido productos ecológicos, nuevos cereales y les hemos hecho más caso a las
legumbres.
Al
fin y al cabo, dicen que somos lo que comemos.
Pues
eso, queremos ser sanos.
El
siguiente paso fue el ser consciente de las situaciones, de la vida y de mí. No
es fácil. Verte a ti misma es complicado, tanto como describirse de una manera
objetiva.
Tienes
que ver tu realidad y valorar si tu realidad te gusta, si la odias pero vas a
resignarte y conformarte con ella, o si prefieres cambiar todos esos puntos que
no te gustan y hacerlos a tu gusto.
Yo
me quedé con la última. Y como le pasa a María de Rojo Valentino, fue con los
30 cuando decidí ver y cambiar.
No
es que con la llegada de los 30 te entre de repente la madurez, yo creo que es
cuando te das cuenta de ella, y de que la debes usar. De que si la tienes,
lo mejor es usarla de una manera eficiente.
Con
esto, no quiero decir que la madurez tenga que ir de la mano de ciertos
tópicos:
-crear
una familia
-buscar
y tener el trabajo ideal o al menos bien pagado
-comprar
coche nuevo
-etc...
O
incluso cambiar la manera de vestir, porque ya no eres una niña, ahora tienes
30 y eres madura. ¡No, no y mil veces no!
La
madurez no es la edad. La madurez es aceptar, contemplar y mejorar.
He
apartado de mi vida a todas esas personas que son tóxicas. Quedas para tomar un
café y llegas a casa con la moral por los suelos.
Una
cosa es quejarse y comentar una situación y otra bien distinta es repetir hasta
la saciedad lo mal que estas, lo poco que te valoran o lo mal que se te ha
quedado hoy el flequillo.
¡Que
se pare el mundo! Que yo me bajo, estos/as compañeras de viaje no me
interesan.
Si
te gusta rebozarte en tu pena sobre lo mal que estas, vas a acabar empanado/a.
Eso es así. {Carne+rebozado=empanado} es una fórmula muuuuy sencilla.
¿No
te gusta?
Cámbialo
¿No
puedes cambiarlo?
Intenta
llevarlo dignamente.
En
el caso del trabajo, hay muchos trabajos 'mierderos' y más ahora. Quéjate de tu
jefe, pero haz algo. O empiezas a ser consciente de tu situación y buscas un
nuevo trabajo o te mentalizas que es algo pasajero, que emocionalmente no te
aporta nada, pero te da de comer.
Pasa
lo mismo con relaciones. Esas personas sumamente enamoradas, que les dicen a
sus parejas lo maravillosas que son, y lo felices que son a su lado. Eso está
genial, pero... ¿¡Todos los días!? Estoy segura de que 1 de cada 10 personas
que hacen esto, son capaces de decir lo mismo mirándose a los ojos. El resto
optan por lo fácil. Publicar y pregonar a los 4 vientos; y ya lo leerá...
Tóxicos.
Sin más.
¿Y
los que se quejan por absurdeces?
'No
se me ha quedado bien el flequillo'
'No sé
qué hacer para comer'
'Tengo
un dolor en el dedo gordo del pie, me voy a morir'
Existen,
y lo sabes.
No
puedo. Mira, se me revoluciona el estómago de una manera…no sé si ignorarles,
decirles que sus problemas son chorradas o avivar sus miedos. Así que cómo haga
lo que haga, no me aporta nada. Estos/as fuera también.
Y
empiezas a ver más las virtudes de la gente. Si son constantes, luchadores,
valientes, arriesgados. Y a todos les ves una sonrisa, que se contagia.
Empiezas
a ser consciente y más feliz.
No
quieras rodearte de astrofísicos o de filósofos. Si los tienes, los tienes. Si
no los tienes, si tienen que aparecer, aparecerán. Por rodearnos de gente
'guai' o con cierto estatus social no vamos a ser más felices.
Seremos
felices cuando creemos nuestro estatus y veamos que nuestra gente siempre ha
sido guai.
Así
que fuera toxicidad. En todos los ámbitos y en todos los aspectos. Que ser
feliz sea un modo de vida, no un objetivo por alcanzar.
Y te
lo digo de verdad, quéjate menos. Piensa antes. Funciona, te lo digo yo.
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